Proyecto Conga en la mira oro vs agua
Domingo, 06 de noviembre de 2011 | 12:00 am
Laguna Mala. Esta será una de las lagunas que desaparecerán para la extracción de oro.
El proyecto minero Conga, una de las más grandes inversiones de los últimos años –4,800 millones de dólares–, se encuentra en riesgo. Para que este proyecto aurífero de Yanacocha pueda realizarse tendrán que desaparecer cuatro lagunas en las alturas de Cajamarca y Celendín, hecho que ha motivado una férrea oposición de los pobladores de la zona.
Oro y cobre
El proyecto minero Conga está asentado entre las provincias de Celendín y Cajamarca, en una zona de cabecera de cuenca y nacientes de agua. Resulta que las reservas de oro, cobre y plata que Yanacocha pretende extraer se encuentran debajo de bofedales y cuatro lagunas que tendrán que desaparecer porque la explotación minera se realizará a tajo abierto. A cambio Yanacocha ha ofrecido construir 4 reservorios que duplicarán en volumen el agua de las lagunas.
Allí radica la principal razón del por qué la población, las autoridades locales y las organizaciones ambientalistas se oponen al proyecto. Milton Sánchez Cubas, presidente de la Plataforma Interinstitucional Celendina, está convencido de que la destrucción de esas lagunas tendrá un impacto irremediable en 700 manantiales, más de 100 captaciones de agua para el consumo humano y 18 canales de riego. “En este proyecto son 4 lagunas que se pierden, pero si miramos la minería de Cajamarca en su conjunto se han perdido ya varias fuentes de agua”, señala.
A ello le suma la forma poco clara en que se le dio luz verde al Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Ese documento fue aprobado por Felipe Ramírez del Pino, un funcionario del Ministerio de Energía y Minas que anteriormente fue gerente de Yanacocha. Todo ello, dice, son argumentos sólidos –no políticos– para declarar improcedente el EIA y para demostrar que Conga es inviable social y ambientalmente.
Para Javier Velarde, vicepresidente regional de Asuntos Legales y Corporativos de Newmont Perú, no cabe una discusión sobre la aprobación del EIA. Este documento fue aprobado en octubre del 2010 y en el camino se han acogido las observaciones formuladas por la población. “Si hay que explicarlo más se puede hacer, lo que no se puede hacer es cuestionar temas legalmente aprobados porque se pierde la estabilidad jurídica”, señala. Sobre los cuestionamientos al manejo del agua, señala que los cuatro reservorios que van a construir –tres para la población y uno para las operaciones de la mina– permitirán que la población tenga también ese recurso fuera de las épocas de lluvia y que habrá un plan de manejo para mitigar el impacto que pueda darse en la biodiversidad de la zona.
Por ello no es correcto decir que la población se opone al proyecto. Lo que hay, señala Velarde, son pequeños grupos que no quieren la minería porque tienen una visión distinta. “Son conservacionistas y quieren preservar las cosas tal cual, incluida la pobreza”.
Se refiere a los activistas a las ONG que han cuestionado el proyecto Conga, sino también lo que ha significado la presencia de Yanacocha en Cajamarca, una región que tiene la más alta inversión minera y la más alta conflictividad social. La empresa minera Yanacocha, no tiene una buena política laboral –solo el 10% de su trabajadores está sindicalizado–, ha tenido graves problemas ambientales como el derrame de mercurio en Choropampa, ha estado involucrado en espionaje telefónico y mantiene procesos judiciales con municipios que han dado normas para la conservación del medio ambiente, como ocurrió con Baños del Inca. También se les objeta del real beneficio para Cajamarca, de los 4,800 millones de inversión que tiene el proyecto Conga el 70% de ese monto se destinará a comprar, fuera del país, el más grande molino de minerales del mundo.
El futuro del proyecto Conga es todavía incierto. El jueves, opositores al proyecto marcharon hacia la zona donde Yanacocha realiza trabajos preliminares para el inicio de sus operaciones, previsto todavía para el 2014. Ello obligó a que la empresa suspenda por momentos sus operaciones.
Nuevo estudio
Aun cuando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Conga ya está aprobado, el Ejecutivo encontraría la salida a este conflicto en la realización de un nuevo estudio hidrogeológico. Ese estudio está recomendado en el EIA pero para ser entregado todavía en el 2013. Sería encargado por el gobierno a una consultora independiente para que pueda generar confianza entre quienes se oponen al proyecto minero.